EL MONACATO OCCIDENTAL cuyo padre fue San Benito (480-547), estaba rigurosamente regulado y regido por la regla monacal benedictina que controlaba todos los aspectos de la vida de los monjes; explicaba cuando habían estos de rezar, comer, cantar y realizar todos los quehaceres de la vida en el monasterio, así como las penas que debían imponerse a los que faltaban a ella.
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