RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDADELA DE MICENAS: La puerta está dispuesta en un ángulo recto con las murallas y tiene una muralla lateral adicional de manera que los agresores se vieran rodeados por los muros de la fortaleza.
Los micénicos formaron una civilización belicosa entre los siglos XVII y XIII a.c cuyos orígenes son un misterio, por lo repentino de su enriquecimiento y desarrollo, en contraste con la pobreza de los pueblos heládicos de ese período. Tenían un especialización militar más sofisticada que la de sus vecinos minoicos (o cretenses) cómo vemos en las tumbas micénicas, que albergan multitud de espadas, lanzas, cuchillos, etc.
Debido a este poderío militar, su decadencia y total desaparición de la historia, a finales de la edad del bronce (siglos XIII-XI a.c) es aún más sorprendente, se desconoce si fue una invasión bárbara procedente del norte, guerras intestinas o un empobrecimiento progresivo. Lo que es bien sabido es que el gran aconticimiento de aquellos momentos, fue la movilización de númerosos pueblos invasores, que los egipcios denominaron, "los pueblos del mar", que pudieron haber acabado con la hegemonía micénica.
VISTA DEL FRESCO DE LA CASA DE AKROTIRI, ISLA DE THERA. En él observamos un grupo de guerreros portando escudos torre, lanzas y cascos de colmillos de jabalí.
CASCO DE COLMILLOS DE JABALÍ HALLADO EN SPATA, EN EL ÁTICA, SIGLO XIII A.C.
Se estima que eran necesarios hasta 30 jabalíes para la fabricación de estos cascos. Homero (o bien la tradición griega) nos los describe así:
"(Ulises) Llevaba un casco de cuero, por dentro enlazado con muchas y fuertes correas; por fuera, ornado con grandes colmillos de jabalí, hábilmente dispuestos, el centro estaba guarnecido con un mechón de lana."
Iliada, X, 265
RECONSTRUCCIÓN DE LA ARMADURA DE DENDRA, hallada en la Argólida. Perteneció seguramente a algún jefe, por lo que se desconoce si su uso estaba generalizado o se trataba de alguna armadura de gala.
LA FORTALEZA DE TIRINTO Situada a algunos kilómetros de Micenas. Poseía un formidable recinto cuyo muro medía 12 m de espesor. Estos tenían la particularidad de contar con unas pequeñas construcciones en el extremo del lado derecho que consisten en falsas bóvedas que dan a un pasadizo practicado en el espesor de la muralla. Tenían la función de servir de almacenes y de refugio en caso de asedio. En el centro de la reconstrucción se puede distinguir el megaron (gran salón) con las dos columnas de su pórtico de entrada.
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