EL ASEDIO DE NUMANCIA

ARÉVACOS (CELTÍBEROS) EN EL ASEDIO DE NUMANCIA POR ESCIPIÓN EMILIANO 133 A.C. El conflicto con los romanos comenzó por dar cobijo a unos rebeldes de una población vecina. La respuesta romana estuvo al cargo del cónsul Quinto Fulvio Nobilior, que fue incapaz de doblegar a los arévacos y sufrió una gran derrota por parte de estos, pese que consiguió acabar con la vida del líder rebelde.
Al poco tiempo, recibió el apoyó del rey de Numidia, aliado de Roma, Masinisa, que le proporcionó caballería y 10 elefantes, con lo que Nobilior reanudó la ofensiva.

VICTORIA SOBRE NOBILIOR Y LOS ELEFANTES DE MASINISA. Nuevamente los romanos fueron derrotados y el desafortunado Nobilior finalmente sustituido. Tras estos descalabros el senado romano mantuvo una posición moderada llegado incluso a pactar la paz, con la obligación de que los numantinos depusieran las armas.

ARÉVACOS EN EL ASEDIO DE NUMANCIA
Ilustraciones de Angus Mcbride.
Los guerreros ibéricos, por lo general, no fabricabán protecciones metálicas para el torso y cuando aparecía alguno con ellas significaba que la había capturado de un enemigo vencido.

LA CAÍDA DE NUMANCIA de Alejo Vera
Cómo los numantinos se resistieron a dejar las armas, Roma, envió esta vez a su mejor militar: Publio Cornelio Escipión Emiliano. Que era nieto de el Africano, el vencedor de Aníbal.
Éste no cometió imprudecencias y puso cerco a Numancia, que en poco más de un año, sucumbió, después de más de 20 años de insumisión. El pueblo de los Arévacos y su célebre ciudad, fueron lauredas durante siglos hasta en la propia capital romana.